De acuerdo a Giorgio Agamben, lo contemporáneo se puede entender como un estado en el que un individuo percibe, respecto a su tiempo o época, las latencias, aquello oculto o apenas perceptible, pero que de alguna forma puede irrumpir para bien o para mal. Es el caso, se puede decir, de aquellos artistas que ven problemáticas o los alcances de éstas en donde el común no suele siquiera concebirlo o percibirlo. En ese sentido, es plausible considerar que la contemporaneidad, en parte, depende del cultivo de la sensibilidad estética que tengan los individuos, ya que es gracias a esa sensibilidad que el individuo puede discernir a la luz de su actualidad aquello que, en palabras de Agamben, se puede considerar como un mal o un inconveniente. Las sensibilidades actuales se encuentran saturadas por el consumismo, la globalización y la nueva era digital. No es algo realmente nuevo, pues en parte se puede relacionar con lo que decía Úrsula Le Guin sobre las historias que han exaltado cierta par...
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